Monday, June 18, 2007

 

Máquina del Tiempo Emocional

Llego completamente desorientado a mi casa porque después de más de dos años aquí estoy sintiendo lo mismo.
Hace meses que Tomás llegó de vuelta a Chile, apareció sorpresivamente en mi cumpleaños. No pude evitar que mi cara se cayera al piso ahí justo en frente de mi novio. Hoy no han pasado tres meses y ya no estoy con mi novio, sino que vuelvo del cine luego de pasar toda la película enfermo por los roces de codo con Tomás. La heterosexualidad debería estar prohibida, debería tratarse con electroshock.
A esta altura no tengo idea qué voy a hacer en los carretes cuando nos empecemos a mirar de un costado al otro de una mesa llena de piscolas, o cuando corra y me abrace inesperadamente por atrás o esté retrocediendo mi auto afuera de su casa a las 6 de la mañana mientras me mira como me alejo desde su portón entreabierto.
Hace unas semanas se emborrachó como nunca lo había visto y luego de abrir sus brazos para ofrecerme un abrazo que yo entendí como una muestra de mi lugar especial en su orden de cosas, se cerraron las puertas del ascensor que se lo llevaba camino a encontrarse con alguna chonfla mala. Al cabo de un rato de discusiones internas no me pude aguantar y bajé a tomarlo y llevármelo a su casa. Se quedó dormido entre mis brazos con la cabeza en mi pecho (o era mi cabeza en su pecho?) Horas más tarde me encontré mirándome en el espejo de su baño, decidiendo que era un idiota por estar ahí, cuando entró y se sorprendió de verme. Le pregunté con la voz estertorosa dónde se abría el portón me dijo bromeando que a esa hora no se podía salir. Amanecí en su cama, emocionalmente y sentimentalmente ubicado dos años antes, entregado. Él ya no está en el lugar de entonces, cuando decía que me quería más de lo que me podía expresar y que no sabía cómo llevar nuestra relación. Pero eso no importa, porque antes no fue suficiente y no lo sería ahora tampoco. Yo simplemente estoy condenado a necesitar algo que no tendré nunca, algo que mi razón no entiende. He juzgado a esto de querer poseer a alguien como un mecanismo fallado de experimentar el amor, una más de las trampas de nuestra infancia evolutiva, pero no deja de ser la sensación más titánica que me ha poseído, la añoranza más dolorosa.


Sunday, June 10, 2007

 
...entonces, como iba diciendo, se encuentra a alguien y casi 15 meses después se está con caña un domingo por la mañana, juntando pedazos de la persona que uno solía ser. En todo caso, no sé con qué alimaña me voy a encontrar ahora que al parecer he decidido desligarme de la marca personal. Tampoco sé si voy a empezar a reportarme con este medio. Claramente no me voy a explayar ahora, que tengo el cerebro en el suelo porque ayer simplemente se fue todo a la chucha. Pensar que uno parte un carrete a las 8 de la noche con las intensiones de no dejar salir a ese enfermo maligno que se quiere manosear a algunos de sus amigos de infancia, pero 34 piscolas después ahí está soltando todas las amarras de sentido común...
Debo ir a almorzar.

This page is powered by Blogger. Isn't yours?