Friday, April 28, 2006

 

Papi y Mami

Debo haber tenido 7 u 8 años cuando por primera vez escuché los sonidos malignos provenientes de la pieza del lado, la pieza de mis padres. ¿Qué mierda le estaba haciendo mi padre a mi madre? ¿Qué clase de locura sucede tras ese muro? Hoy ya estoy peludito y aún duermo en la misma esquina, y aún escucho ciertos horrores en ciertas noches. En realidad ya no es aterrador ni amenazador, a veces es incluso tierno. O lo fue hasta la semana pasada después de que algunos dos cables de la complejidad cerebral de mi padre se cruzaran y comenzara a tirar las copas al piso en medio del almuerzo sabatino, después de que se fuera con un portazo y sin explicaciones, después de que mi madre rompiera en llanto y me explicara lo desolada que ha sido su vida con el ogro bipolar, con su agresividad y ternura mezcladas en una mina antipersonal humana, junto con detalles jugosos que nunca voy a reproducir. Ahora menos que nunca quiero escuchar esos sonidos del arrebato, menos quizás que cuando no sabía qué representaban. En fin, no sé qué mecanismos de defensa confeccioné para protegerme de esas sombras que me llenaban de temor y no sé qué parte de mi persona está esculpida por esos detalles, pero no deja de ser fascinante. Aunque tampoco deja de entristecerme el nicho en que se encuentran mis padres; una y otra vez aprenden que su vida no era lo que esperaban, una y otra vez no entienden que sus paradigmas están vencidos hace mucho tiempo, una y otra vez se ven azotados por realidades que los hunden.
Bueno, qué tanta weá, no es como que sean los únicos encerrados, y tampoco es como que sea la única dimensión de sus vidas ni la única manera de percibirlas. Me olvido..... tengo un romance que atender y una noche que atacar, después de todo, hoy toca INFECTED MUSHROOM!!!!!! Yeahhhh....

Saturday, April 22, 2006

 

R & S


 

Imagine


Thursday, April 20, 2006

 

El Ale




Wednesday, April 05, 2006

 

Fire Marshall Bill


Monday, April 03, 2006

 

John


 

Good Morning Sweet Prince

Ahí está uno en medio de un mes de Marzo en el siglo XXI, con cara de niñito perdido en el supermercado, o intercalando estados furiosos en temor con liberaciones etílicas desmedidas; buscando refugio en razones erróneas o en brazos equivocados y tratando de tomar las riendas de la dimensión universitaria. En eso está uno cuando aparece alguien que pone en evidencia que los encuentros emocionales del pasado han estado condenados desde su inicio, que sólo han sido sustitutos de ideas difusas, de complicadas antiguas conexiones adolescentes que hablan de la gran aflicción natural.
Ahora comprendo mejor a lo que he estado jugando en el pasado, lo que mi distancia y eventual escape de cada una de esas relaciones deben haber causado en egos, mentes y otras definiciones que correspondan. Pero comprendo también que no he tenido culpa de que las cosas fueran así, simplemente me he conformado con menos que lo necesario. Ahora parece ser que he encontrado un contendiente a la altura. No lo digo por desmerecer a la gente del pasado, porque que alguien esté a la altura depende de razones mucho más ocultas, subconscientes y externas quizás, de lo que se pueda razonar; que exista la condición necesaria es casi por arte de magia. Pero también hay algo más frío involucrado, porque un compañero tiene que ser alguien con el que se esté orgulloso estar y alguien a quien se pueda admirar.
Estoy sorteando las emociones con la razón, lo impulsivo con lo calculado; supongo que en algún punto intermedio deben encontrarse los sentimientos. Sólo pido que esta sensación de vulnerabilidad, de necesidad, de novedad, no se difumine tan fácil como se va todo. Y por supuesto, ya que he bajado casi todas las guardias, pido también que no me caguen, cosa que probablemente me merezco.
Lo que está claro es que una vez más el mundo tiene un sabor distinto, lo que no deja de sorprenderme. Por un lado, no mucho ha cambiado en esta particular época que rodea a mi cumpleaños en comparación a los años anteriores; estoy alcoholizado, pero con la conciencia de tomar el control, estoy motivado con mis deberes y en proceso de redefinición. Por otro, todo es nuevo. Sigo siendo pintosísimo, pero ya no tengo sentido del humor. Sigo siendo un genio, pero ya no tengo creatividad. Sigo siendo un hijo de perra, pero ahora cierta gente lo sabe. Estas cosas pueden no ser objetivamente ciertas, pero mierda, quedaron lindas esas tres frases juntas.
Me largo, agradecido de lo bien que me siento... esa es otra cosa que probablemente me merezco.

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