Tuesday, January 17, 2006
Noches Costeras
Luego de pasar una semana en Marbella siendo alimentado como puerco por la abuela del amigo que me invitó y cayendo en trampas mentales por culpa de los monjes, terminé en Viña el jueves pasado. La razón principal fue ir a ver a Sasha el viernes, pero me fui un día antes porque ya no aguantaba el carrete pacato del sector en el que estaba. Llegué como a las 12 de la noche a aquel rincón maligno del mundo y encontré en el departamento al que había sido invitado al dueño de casa y a otro amigo que estaba en una especie de cortejo pecaminoso con una zorrilla que había conocido en Loveparade. Me puse a chupar. Al rato estaba prendido y la idea que con anterioridad se había asomado tímidamente en mis pensamientos comenzó a tomar fuerza: Pagano. Mis amigos se quedaron fumando weed y yo tomé la decisión de lanzarme solo; me hice una pequeña mamadera y partí. Al llegar, me topé con uno de los guardias con el que había entablado conversaciones en estado de inconciencia la primera vez que fui, y me invitó a pasar gratis. El lugar estaba pésimo, un calor insoportable en el primer piso y en el piso de abajo, la barra estaba cerrada y la música como el forro. En fin, cuando se cerró traté de hacerle dedo a unas minas que acompañaban al único faggot atractivo que pude apreciar, pero me ignoraron. Luego intenté hacerle dedo a otras minas que me ignoraron también, malditas zorrillas. Mientras sucedía todo esto, crucé miradas con un weón que estaba sentado en la vereda a quien regalé un par de expresiones faciales exageradas con cada intento fallido de ser llevado, un poco por la vergüenza, un poco por la complicidad que transmitía con su mirada. Así que al fin me senté a su lado, derrotado, y comenzamos a hablar. A esa altura yo sólo quería alguien con quien conversar y lo hicimos. Me invitó un caño y seguimos conversando entre la fauna porteña de alta noche. Al rato, la temática de la conversación comenzó a tornarse cada vez más en torno a la descripción de mi pene, y no por iniciativa mía. Al fin me preguntó si me lo podía chupar y yo le dije que no.
"¿Por qué?"
"Porque no me gustas"
"Puedes cerrar los ojos y pensar lo que quieras"
No quería acercarme ni el más mínimo centímetro a él, le dije que me iba a la casa y me tomé una micro. Igual quedé satisfecho de la noche por las alimañas de la calle que me tocó conocer.
Al día siguiente llegaron hordas de amigos para la fiesta del Muelle Barón. La tarde estuvo deliciosa; después de la playa, echados tomando Kunstmann, escuchando radio Valentín Letelier (encontrada al azar, genial), disfrutando de la temperatura perfecta. Y la fiesta, uuuffff, increíble, sumándole el plus de tener un amigo en la barra que me regalaba los tragos junto con una sonrisa. Good times.
Ahora me esperan otros destinos; con la cabeza lo suficientemente adormecida, creo que lo puedo lograr.
"¿Por qué?"
"Porque no me gustas"
"Puedes cerrar los ojos y pensar lo que quieras"
No quería acercarme ni el más mínimo centímetro a él, le dije que me iba a la casa y me tomé una micro. Igual quedé satisfecho de la noche por las alimañas de la calle que me tocó conocer.
Al día siguiente llegaron hordas de amigos para la fiesta del Muelle Barón. La tarde estuvo deliciosa; después de la playa, echados tomando Kunstmann, escuchando radio Valentín Letelier (encontrada al azar, genial), disfrutando de la temperatura perfecta. Y la fiesta, uuuffff, increíble, sumándole el plus de tener un amigo en la barra que me regalaba los tragos junto con una sonrisa. Good times.
Ahora me esperan otros destinos; con la cabeza lo suficientemente adormecida, creo que lo puedo lograr.
Comments:
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Hace unos meses alguien me hizo la misma propuesta. Yo dije "No, gracias"
Al parecer le sorprendio más la forma en que respondí que otra cosa, lo hice con un tono de voz neutro, como si estuviera hablando del tiempo.
JAJAJA
Saludos
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Al parecer le sorprendio más la forma en que respondí que otra cosa, lo hice con un tono de voz neutro, como si estuviera hablando del tiempo.
JAJAJA
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